Tenemo secuestrá a la cabra del himalaya
Aye inauguramo nuestra mansion victoriana, tor mundo tenia que veni con armadura y con un cuadro rococo debajo der braso, eso fue idea de la Flamenca, porque a mi en realida mabria gustao ma que me trajeran asesorios pa la turmi. Tol mundo taba encantao, la Margare Trasto y Elisabe Arde dieron un consierto maraviyoso, tocaron ar piano el japi berdei, y luego la Draculina, la mu machorra, revoleó er piano y lo tiró po la ventana. Pero estaba preparao, no os preocupei, que la Flamenca queria refleja el fin de la hamburguesa o argo asi.
Y ahi tabamos tos tan contento hablando con los paparachi y repartiendo carameliyo de aní pa tor mundo cuando llego la cabra del himalaya, una prima lejana de mi Cabrales que se le da mu bien corre por las roca y ha llegao hasta el imalaya, pero ni es mistica ni na. Va vestia de naranja y tamién se dedica a la moda, vende pañuelo y pamina en la puerta de los mercadona der mundo, y ademá aora ta teniendo musho esito porque a contratao a la marquesa de gran hermano pa que la promosione.
La familia e la familia, y yo le he disho a la Cabrale que su prima nos conbiene, que asin vamo a tos los debate, lo que tenemo que hase es secuestrarla, y seguro que nos pagan un monton pa consegui habla con ella, y nos vamo por fin a Las Vegas.
Mi lavaora, también se va a hase famosa, porque no hase pelotilla.